Un Fragmento del Pasado

En un entorno privilegiado; rodeado de una dehesa de árboles centenarios y sólo a 10km. de Badajoz, se encuentra este edificio que tiene todo el encanto de finales del siglo XIX.

Su estilo nos transporta a una época que nos habla de aquellos conciudadanos que, un día, se vieron obligados a emigrar.

Aunque, en este caso, fueron el trabajo y el esfuerzo (tal y como se puede leer en la inscripción de la fachada) los que hicieron posible su construcción y no una rápida fortuna conseguida al otro lado del Atlántico.

Por un lado, tiene todo el valor que le otorga el haberla hecho posible con los frutos de la explotación de algo tan representativo de la región como un cortijo.Y, por otro lado, también se trata de un recordatorio permanente de aquellos que marcharon.

El conjunto arquitectónico consta de dos elementos perfectamente diferenciados. Por un lado está la vivienda familiar y por otro, el cortijo, al que pertenece esta imagen.